En la situación en la que nos encontramos, con el precio de la energía por las nubes, muchos están buscando formas de ahorrar todo lo que sea posible. Por nuestra parte, te hemos dado algunas ideas para reducir el gasto de la luz o minimizar el consumo de agua. Hay quien se plantea bajar la potencia contratada. Pero, ¿realmente funciona como método de ahorro?
En este artículo te damos todas las claves con respecto a este asunto. Para ello, te explicamos qué es exactamente la potencia contratada y te descubrimos si hay posibilidades de ahorrar al bajarla.
¿Qué es la potencia contratada?

La potencia contratada es la cantidad de electricidad que se puede utilizar al mismo tiempo en una vivienda. La unidad que se emplea para medirla en la factura de la luz es el kilovatio (kW). ¿Cómo influye la potencia eléctrica en tu día a día?
Cada aparato eléctrico que se enchufa a la corriente consume una determinada cantidad de energía. La potencia contratada es el límite de kilovatios que se pueden consumir en una de manera simultánea. Por eso, se trata de un valor directamente relacionado con el número máximo de aparatos que se pueden usar simultáneamente en una vivienda.
En resumidas cuentas, si la potencia que has contratado es muy baja, pagarás menos en tu factura, pero el número de aparatos eléctricos que podrás conectar al mismo tiempo será menor. Por el contrario, si dispones de una mayor potencia, el diferencial no saltará tan rápidamente cuando enchufes varios electrodomésticos, pero el precio de la factura será mayor.
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¿Puedo ahorrar al bajar la potencia contratada?
Sí, bajar la potencia contratada te permite ahorrar en la factura a final de mes. Desde el año 2018, es posible contratar potencias en múltiplos de 0,1 kW. De esta manera, los consumidores tienen la posibilidad de subir o bajar la potencia contratada con mayor precisión.
Dependiendo de lo pronunciada que sea la bajada de la potencia, el usuario podrá ahorrar más o menos en la factura de la luz. Algunos expertos mencionan que con una bajada de unos 0,5 kW se puede ahorrar hasta 25 euros al año. Por supuesto, si la bajada de la potencia es mayor, el ahorro anual aumentará considerablemente. Medios especializados apuntan que se puede lograr una reducción de hasta 50 euros anuales en la factura si la bajada es considerable.
Bajar la potencia contratada: cuál necesita mi vivienda
Una vivienda que hace un uso medio de la electricidad suele tener suficiente con una potencia contratada de 3,5 kW. Únicamente en casos excepcionales puede ser necesario contratar un límite superior.
Tienes a tu disposición este dato en la factura de la luz, así como el precio establecido para la potencia eléctrica que te suministra tu compañía. En el caso de que decidas bajarla, esto es lo que vas a necesitar:
- Datos del titular del contrato.
- Documento nacional de identidad o NIE.
- Teléfono y correo electrónico.
- Dirección del punto de suministro.
- Número CUPS. Lo encontrarás en la factura.
Teniendo todo esto, será necesario que informes a tu compañía eléctrica de la nueva potencia que deseas contratar. El cambio tardará un máximo de 20 días en hacerse efectivo y tiene un coste de unos 11 euros aproximadamente.
Bajar la potencia contratada no es la única manera de ahorrar
Aunque bajar la potencia contratada es una buena manera de ahorrar en la factura de la luz, no es la única opción que tienes a tu alcance. Los buenos hábitos en el día a día también te permitirán gastar menos luz. La mejora de los aislamientos, la instalación de placas solares o el uso de sistemas de climatización eficientes, como la aerotemia, son soluciones que te permitirán reducir el consumo eléctrico en casa.
En InstalFactor te ayudamos a elegir las mejores soluciones en ahorro que existen en la actualidad. Contacta con nosotros y tu equipo te explicará cómo mejor la eficiencia de tu vivienda y cómo ahorrar electricidad más allá de bajar la potencia contratada.
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