Frío, humedad, lluvia… el invierno para muchos llega a convertirse en un verdadero trance. Y, aunque para otros pueda ser una época encantadora del año, el criterio se aúna si hablamos de combatir sus efectos. En la mayoría de los hogares se emplean sistemas de calefacción con el objetivo de climatizar las diferentes estancias de la vivienda. Si ese es tu caso, ¿cómo ahorrar en calefacción? ¿Qué trucos para gastar menos en gas natural te serán útiles?
En Instalfactor hemos creado esta guía que para ayudarte a optimizar tu sistema de calefacción, reduciendo el consumo de gas natural y minimizando el importe de la factura.
Establece la temperatura adecuada
Al igual que sucede con otros sistemas de climatización, como el aire acondicionado, ajustar la temperatura a un nivel adecuado suele ser el primer paso para ahorrar en la factura de la calefacción. Si usas un termostato para controlar tu caldera, puedes guiarte con los valores recomendados por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE):
- Temperatura de adecuada: 20 °C – 21 °C
- Temperatura a la hora de dormir: 15 °C – 17 °C
No olvides que tratar de obtener temperaturas superiores aumentará significativamente el gasto. En muchas ocasiones, es posible que la temperatura demandada no llegue a alcanzarse nunca, obligando a la caldera a trabajar de manera innecesaria.
Ajusta la temperatura de tu caldera
Las calderas también cuentan con un regulador de temperatura. Puedes usarlo tanto si tienes un termostato como si no. De la misma manera que hemos mencionado en el apartado anterior, usar temperaturas muy altas en tu caldera no garantiza una mejor climatización y sí un mayor consumo de gas natural.
¡Que no se escape el calor! Vigila el aislamiento de las puertas y ventanas
Uno de los factores externos que más afecta a la buena climatización en una estancia es el aislamiento de las puertas y las ventanas. Debido a las bajas calidades de construcción, en muchos hogares no se consigue un buen sellado. Esto provoca que el calor generado por el sistema de calefacción se escape, reduciendo su eficacia y obligando a la caldera a trabajar más a menudo. Evidentemente, antes de encender la calefacción, también debes asegurarte de que ninguna ventana o puerta ha quedado abierta.
Evita tapar los radiadores
Sí, es cierto que es muy útil emplear los radiadores para secar la ropa. No obstante, si lo que quieres es ahorrar en calefacción, no es una práctica muy recomendable. El diseño de los radiadores está pensado para dispersar el calor por toda la habitación. Si obstruyes esa salida, su eficacia quedará mermada, haciendo que la caldera deba trabajar mucho más.
Usa solo los radiadores necesarios
Concentrar el calor en algunos radiadores concretos puede ser una idea genial para ahorrar en la factura del gas natural. Un error habitual es calentar toda la casa, incluyendo habitaciones que no se usan o que no es necesario climatizar. Te recomendamos que cierres los radiadores que no vas a utilizar mediante la válvula giratoria que regula la entrada de agua. Y, si deseas automatizar este proceso, compra un paquete de válvulas inteligentes, compatibles con los principales asistentes. Así, controlarás tus radiadores de manera remota con la voz.
Posiciona tus grifos en el agua fría
Mantener un grifo en la posición del agua caliente puede incrementar el consumo de gas natural de manera innecesaria. ¿Por qué? Aunque no la necesites, cuando abres un grifo que se encuentra en la posición del agua caliente, la caldera se enciende y empieza a calentar el agua, con su consecuente consumo de gas. Esto es fácilmente evitable si, por costumbre, mantienes todos tus grifos en la posición del agua fría.
Aprovecha el calor natural del sol
El calor del sol puede convertirse en un aliado a la hora de calentar una habitación o una casa. Por eso, te aconsejamos que identifiques las horas de mayor incidencia del sol y abras las persianas. Así evitarás usar la calefacción durante todo el día, reservándola solo para las horas más frías. Otro beneficio de aprovechar bien la luz solar es la reducción del consumo energético, no solo porque se evita que la caldera trabaje, sino porque disfrutarás de luz natural.
Instala un termostato inteligente
La domótica está cada vez más presente en nuestras vidas y nos ayuda con infinidad de tareas. El termostato puede convertirse en un buen ayudante a la hora de reducir el coste del uso de la calefacción, sobre todo si es inteligente. Gracias a él, puedes programar las horas de activación de la calefacción, consiguiendo que el sistema funcione solo cuando estamos a punto de llegar a casa. Y, si dispone de conexión Wifi, podrás controlarlo mediante la voz y de forma remota. Esto puede salvarte en más de una ocasión si has olvidado apagar la calefacción al salir de casa.
Instala un suelo radiante con un sistema de baja temperatura
El suelo radiante es un tipo de calefacción que se instala bajo el suelo de la vivienda y que utiliza agua a baja temperatura. La diferencia entre este sistema y los radiadores convencionales es notable, pues el primero solo precisa que el agua se caliente a unos 40 grados, mientras que el segundo necesita agua a más 70 grados.
En Instalfactor podemos ayudarte con esto. Contacta con nosotros para obtener asesoramiento y empieza a ahorrar ahora mismo.
Cómo ahorrar en calefacción: el mantenimiento es importante
Si te preguntabas cómo ahorrar en calefacción, es necesario que prestes atención a este punto. Mantener un estado de funcionamiento óptimo en tu caldera y tus radiadores solo es posible gracias a un buen mantenimiento. De hecho, es la única forma de asegurarte que todo el sistema funciona con la mayor eficiencia posible.
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