Es posible que en alguna ocasión te hayas preguntado si es mejor apagar la calefacción o dejarla al mínimo, encendida de manera permanente. Este dilema es habitual durante el invierno porque el objetivo, como no podía ser de otra manera, es ahorrar todo lo que se pueda al calentar el hogar. Algunos argumentan que mantener siempre activa la calefacción es, a la larga, más económico. No obstante, esta creencia podría estar muy lejos de la realidad.
Hemos redactado este artículo para abordar esta cuestión y explicarte si es mejor apagar la calefacción o dejarla al mínimo. Así, podrás tomar siempre la mejor decisión y reducir al máximo tu consumo de gas natural. Ah, y si estás pensando en alternativas a este combustible, no te pierdas nuestra guía sobre las mejores alternativas al gas natural.
Apagar la calefacción o dejarla al mínimo: el gran dilema
Algunos han llegado a la conclusión de que mantener la calefacción al mínimo (o a una temperatura constante) resulta mucho más económico que encenderla solo cuando hay personas dentro de la vivienda. Por lo general, el razonamiento asociado a este pensamiento es que, al enfriarse por estar apagado, el sistema de calefacción deberá invertir mucha energía en recuperar la temperatura del circuito. Por eso, prefieren mantener siempre encendida la caldera y, de esta manera, evitar pérdidas de calor. Pero, ¿es realmente cierto este pensamiento? Analicemos dos puntos que nos permiten responder a esta pregunta.
La pérdida de temperatura es constante
Algo que debes tener presente es que las viviendas siempre están perdiendo calor. Este se escapa por los muros, los techos, las ventanas y las puertas exteriores. En el caso de que la vivienda no esté bien aislada, la situación se agrava. Aunque la calefacción se mantenga encendida durante todo el día y no requiera recuperar tanto calor, el aporte de energía es constante.
Paradójicamente, al apagar la calefacción mientras no hay nadie en casa, la pérdida de calor es inferior debido a que la diferencia entre la temperatura interior y exterior se iguala. Recuerda que, mientras no está funcionando, la caldera no consume ni electricidad ni gas natural y, por tanto, se reduce el gasto económico y las emisiones de CO₂.
Una caldera consume mucho cuando la casa está fría
Es cierto que, para conseguir la temperatura indicada en el termostato, una caldera consume mucha más energía, especialmente si la casa está fría. Con todo, aunque esto es una realidad, el tiempo durante el cual se consume más gas es menor, especialmente si lo comparamos con el hecho de dejar la caldera funcionando todo el día.
Apagar la calefacción o dejarla al mínimo: consejos para ahorrar
Tal y como has podido comprobar, siempre sale más rentable y es más ecológico encender la calefacción en los momentos en los que nos encontramos dentro de casa. Aunque se mantenga al mínimo, el consumo de gas será mayor si la caldera trabaja durante toda la jornada. En definitiva, lo más sensato es activar cualquier sistema de climatización únicamente cuando es necesario.
Sin embargo, ¿Qué puedes hacer si al despertar o al llegar a casa el ambiente está muy frío? Una buena solución es optar por termostatos programables o inteligentes. Además, con estos dispositivos es posible controlar el equipo de climatización desde el móvil.
Otro modo de ahorrar en calefacción
Si has llegado hasta aquí, quizá quieras conocer otras maneras de ahorrar en calefacción. Una de las más aconsejables es sustituir la caldera de gas por un sistema más moderno, como lo es la aeortermia. ¿Sabías que el 75% de la energía que consume esta solución se obtiene del viento, una fuente inagotable y limpia? Si quieres más información, contacta con nosotros y olvídate de apagar la calefacción o dejarla al mínimo. Te ayudamos en todo el proceso y sustituimos tu vieja caldera por un sistema de climatización moderno, eficiente y verde.